El Consejo Ministerial en Belgrado: Dialogando a pesar de todo
En el Consejo Ministerial que tuvo lugar los días 3 y 4 de diciembre de 2015 en Belgrado se adoptó una única decisión: que la próxima reunión se celebraría al año siguiente en Hamburgo. Hubo documentos que habrían hecho avanzar a la OSCE en asuntos como la migración, el género, el desarrollo sostenible, la gestión del agua y la prevención de la tortura, pero que no se aprobaron por falta de consenso, condición indispensable para todas las decisiones de la OSCE.
No obstante, el Consejo Ministerial de 2015 se utilizó activamente para tratar cuestiones difíciles y acuciantes. Cuarenta y dos ministros de asuntos exteriores asistieron y aprovecharon esa oportunidad para mantener numerosas reuniones bilaterales y multilaterales. Los ministros de asuntos exteriores de Rusia y Turquía se reunieron por primera vez desde que se derribó un avión de combate ruso en la frontera turco-siria. En un almuerzo informal organizado por el Presidente en Ejercicio, los Jefes de Delegación intercambiaron pareceres sobre la forma de seguir avanzando para consolidar nuevamente la seguridad en Europa.
El Consejo Ministerial puso de manifiesto lo que muchos habían estado repitiendo durante años: El éxito de la reunión que culmina la labor realizada por la Presidencia anual rotatoria en diciembre no debería medirse por la cantidad de documentos nuevos que se adoptan. La OSCE dispone de un amplio corpus de decisiones, que solemos denominar compromisos, que guían y seguirán guiando la labor de la Organización en una amplia gama de temas. No hay duda de que hubiese sido de gran ayuda recibir “viento fresco” que nos orientara en vista de la gran cantidad de nuevos cambios. De la misma manera que un resultado más tangible hubiese aportado más motivación a los expertos de la OSCE que trabajan en diferentes áreas temáticas y le habría dado un mayor impulso a la labor de la Organización. Pero ya hay mucho trabajo por hacer para respaldar el cumplimiento de los compromisos vigentes sin necesidad de añadir otros nuevos.
En primer lugar y ante todo, el Consejo Ministerial tiene que ver con que los Estados participantes se reúnan a nivel político para lidiar con las cuestiones de seguridad graves a que se enfrenta actualmente la región. Ese es el motivo por el que algunos participantes salieron del Consejo Ministerial de la OSCE 2015 con más optimismo que cuando entraron en él. A continuación se muestran algunas de las expectativas y reflexiones expresadas durante la reunión.
“La Organización se enfrenta a una difícil crisis, eso es algo que todos sabemos. Pero el mensaje esperanzador que hemos oído durante estos días aquí en Belgrado es que todo el mundo es consciente de la importancia de la OSCE y de que se reinicie el diálogo. Se trata de un aspecto importante, vamos a ver cómo lo podemos desarrollar. En cuanto a la crisis en Ucrania y su entorno, hemos oído en particular la idea de que todos nos atengamos lo más estrictamente posible a los Acuerdos de Minsk y de que todas las partes se encarguen de cumplirlos. Esta es la parte positiva. También se ha resaltado otro aspecto importante de la reunión: Prácticamente todas las delegaciones han reconocido que para atajar los problemas que están afectando a la región (se ha hablado del terrorismo, pero también de la migración) es preciso que haya unidad de acción. Si juntamos todos esos aspectos: la situación en Ucrania, la perspectiva que nos brindan los Acuerdos de Minsk y el gran interés de todos por colaborar, eso es lo que, mirando al futuro, nos hace ser un poco más optimistas ahora que cuando llegamos a Belgrado”.
– Ignacio Ybáñez, Director General de Política Exterior y Asuntos Multilaterales, Globales y de Seguridad de España
“Este Consejo Ministerial se celebra en un entorno sumamente complejo que, como bien saben, está marcado por el fenómeno del terrorismo. A ello se añade el enorme flujo de la migración, de refugiados, la crisis actual en Ucrania y su entorno y, claro está, la persistencia de los conflictos prolongados en el área del Mar Negro. Nuestras expectativas son a grandes rasgos las siguientes: Rumania, en su calidad de Presidente del Comité de Seguridad de la OSCE, se ha esforzado al máximo por facilitar la adopción de una decisión del Consejo Ministerial relativa a la lucha contra el extremismo violento y la radicalización que conducen al terrorismo. Esperamos asimismo que el Consejo Ministerial adopte un documento sobre la función de la OSCE en Ucrania, en el que se subraye la importancia de restablecer el respeto de los principios fundamentales de la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania.Sin lugar a dudas confiamos en que este Consejo Ministerial logre avances tangibles hacia una resolución de los conflictos prolongados, como el de la República de Moldova, y esperamos que con respecto a este conflicto concreto se apruebe una Declaración Ministerial sobre las negociaciones en el formato “5+2” acerca del proceso de arreglo del conflicto del Trans-Dniéster.
– Lazăr Comănescu, Ministro de Asuntos Exteriores de Rumania
“Vivimos momentos graves y difíciles, no solo en Europa sino en todo el mundo. Este Consejo Ministerial nos está enseñando que la OSCE tiene un valor y goza de credibilidad. Es la mayor organización que existe en Europa para un diálogo sobre la seguridad. Mongolia es un Estado participante de la OSCE situado en Asia. Creemos que la seguridad europea y asiática es indivisible. En la actualidad, la OSCE no es una organización de seguridad únicamente para Europa, sino también para Eurasia, incluida Mongolia. Es sumamente importante que sigamos abordando los desafíos comunes de la seguridad entre los países euroasiáticos. Por tanto, concedemos gran importancia a los debates que están teniendo lugar aquí, así como también a los logros. Y no me refiero solo a los documentos finales, sino a todos los contactos que se están entablando y las conversaciones que están teniendo lugar. De cara al futuro, la OSCE va a ser para nosotros el foro principal para dialogar sobre asuntos relacionados con la seguridad”.
– Lundeg Purevsuren, Ministro de Asuntos Exteriores de Mongolia
Intensificar los esfuerzos para luchar contra el terrorismo
En el Consejo Ministerial de Belgrado se adoptaron dos declaraciones sobre la lucha contra el terrorismo: Intensificación de los esfuerzos de la OSCE para luchar contra el terrorismo después de los recientes atentados terroristas (MC.DOC/3/15) y la Prevención y lucha contra el extremismo violento y la radicalización que conducen al terrorismo (MC.DOC/4/15). Esas declaraciones subrayan el compromiso asumido por los Estados participantes de mantenerse unidos en la lucha contra el terrorismo y adoptar medidas firmes en ese ámbito. Ambas reafirman la función de liderazgo que desempeñan las Naciones Unidas en las iniciativas internacionales destinadas a prevenir y combatir el terrorismo y el extremismo violento.
Con objeto de reforzar las iniciativas de la OSCE en la lucha contra el terrorismo, los Estados participantes han acordado cumplir plenamente los compromisos asumidos en ese ámbito, entre ellos los relacionados con el fenómeno de los combatientes terroristas, prevenir y reprimir la financiación del terrorismo, y la captación de miembros de grupos terroristas, impedir el suministro de armas a terroristas, así como cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional. Eso incluye la Carta de las Naciones Unidas, la resolución 2170 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que condena el abuso de los derechos humanos por parte de los grupos terroristas en Irak y Siria; la resolución 2178 sobre los combatientes terroristas extranjeros; la resolución 2199 sobre la financiación ilícita de organizaciones terroristas; y la resolución 2249 sobre la prevención y represión de actos de terrorismo y otras obligaciones en virtud de las normas internacionales de derechos humanos, el derecho de los refugiados y el derecho humanitario internacional.
La lucha contra el extremismo violento y la radicalización que conducen al terrorismo, aplicando un enfoque pluridimensional, se ha convertido ahora en un aspecto estratégico de las iniciativas de la OSCE para luchar contra el terrorismo. Los Estados participantes han reconocido que el enfoque integral y cooperativo de la OSCE con respecto a la seguridad ofrece ventajas comparativas a hora de combatir el terrorismo, en la medida en que identifica y aborda las condiciones que conllevan al terrorismo, incluido el extremismo violento, por medio de todos los instrumentos y estructuras pertinentes de la Organización. En particular, ese consenso garantiza a la OSCE un perfil visible después del debate de alto nivel sobre la lucha contra el extremismo violento que tuvo lugar paralelamente a la Asamblea General de las Naciones Unidas, y de la tan esperada adopción de un Plan de Acción de las Naciones Unidas para Prevenir el Extremismo Violento en 2016.
Hacer frente al problema mundial de las drogas
La Declaración del Consejo Ministerial sobre las actividades de la OSCE en apoyo de los esfuerzos globales para hacer frente al problema mundial de las drogas (MC.DOC/2/15) subraya el amplio consenso de los Estados participantes de la OSCE en seguir abordando conjuntamente las amenazas para su seguridad y estabilidad que suponen las drogas ilícitas. La Declaración reafirma el Concepto de la OSCE para la lucha contra la amenaza de las drogas ilícitas y la desviación de precursores químicos (PC.DEC/1048) y transmite un importante mensaje político sobre el papel que desempeña la OSCE complementando la labor de las Naciones Unidas en los preparativos del próximo período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el problema mundial de la droga. Reafirma la función que desempeña la aplicación de los tres Tratados de Fiscalización Internacional de Drogas de las Naciones Unidas (1961, 1971 y 1988), así como la voluntad de los Estados participantes de lograr los objetivos y metas que figuran en la Declaración Política y Plan de Acción sobre Cooperación Internacional de las Naciones Unidas en favor de una estrategia integral y equilibrada para contrarrestar el problema mundial de las drogas, aprobados en Viena en 2009.
En 2016 las estructuras ejecutivas de la OSCE seguirán reforzando la cooperación internacional a fin de alcanzar los objetivos que figuran en esas Declaraciones, y brindarán la asistencia necesaria a los Estados participantes interesados.
Los jóvenes y la seguridad
Los miembros del Consejo Ministerial observaron las iniciativas emprendidas por las Presidencias actual y anterior de la OSCE, y subrayaron la importancia de fomentar el cumplimiento de los compromisos de la OSCE con respecto a los jóvenes, concretamente en el área de la enseñanza, así como la función que los jóvenes pueden desempeñar a fin de ayudar a los Estados participantes a que cumplan los compromisos de la OSCE.
En favor de un nuevo punto de partida para solucionar el conflicto del Trans-Dniéster
La primera vez que se iniciaron las conversaciones para hallar una solución al conflicto entre Moldova y la región separatista del Trans-Dniéster en el formato “5+2” fue en 2015. Ese formato incluye a las partes del Trans-Dniéster y Moldova, así como a la OSCE, Rusia y Ucrania como mediadores, y a la Unión Europea y los Estados Unidos como observadores. La OSCE preside las negociaciones.
A pesar de los considerables esfuerzos realizados por la Presidencia y la Misión en Moldova, en 2015 no se pudo organizar ninguna reunión “5+2”. Sin embargo, con la Declaración Ministerial sobre las negociaciones en el formato “5+2” acerca del proceso de arreglo del conflicto del Trans-Dniéster se reafirma la voluntad de seguir participando en un diálogo significativo que tenga como finalidad la resolución definitiva del conflicto en el Trans-Dniéster. Como tal, ofrece a la Presidencia alemana y al Representante Especial del Presidente en Ejercicio, Cord Meier-Klodt, una base sólida para continuar con esas iniciativas en 2016.
Conferencia Paralela de la OSCE dedicada a la sociedad civil
La autoevaluación de la Presidencia: una nueva tradición
La Conferencia Paralela de la OSCE dedicada a la Sociedad Civil, que se reúne cada año la víspera del Consejo Ministerial para examinar cómo cumplen los Estados participantes sus compromisos de la dimensión humana, se ha convertido en una tradición. La primera de ellas tuvo lugar en 2010, con motivo de la Cumbre de la OSCE en Astana. Al año siguiente se reunió de nuevo en Vilnius, donde un grupo compuesto por organizaciones de la sociedad civil formó la Plataforma de Solidaridad Cívica, que desde entonces se ha incrementado hasta integrar a 80 organizaciones de la sociedad civil y organiza, además de las reuniones anuales, otros actos y campañas a lo largo de todo el año.
Lamentablemente, en la reunión, que esta vez tuvo lugar en Belgrado, se observó que había una larga lista de tendencias alarmantes. Los activistas mantuvieron un debate acerca del margen de acción cada vez más reducido de la sociedad civil, los retos que plantean la migración, la prevención de la tortura y las desapariciones forzosas, así como la libertad de expresión, en el que participó la Representante de la OSCE para la Libertad de los Medios de Comunicación, Dunja Mijatović, en calidad de ponente invitada. El grupo presentó sus recomendaciones, incluida la “Declaración de Belgrado: Amenazas a la libertad de expresión”, a los representantes de la Troika de la OSCE, para su estudio en el Consejo Ministerial.
Hay otra tradición, que comenzó en 2014 bajo la Presidencia suiza de la OSCE. Ese año, Suiza fue la primera en dar curso a la propuesta de la Plataforma de Solidaridad Cívica acerca de que la Presidencia realizara una autoevaluación de su propia actuación en la esfera de los derechos humanos. Serbia accedió a hacer otro tanto cuando tomó el relevo de la Presidencia de la Organización en 2015.
Según la metodología aplicada por Suiza y seguida por Serbia, el proceso de autoevaluación consta de tres partes: informes hechos por instituciones independientes, observaciones formuladas por las organizaciones de la sociedad civil, y respuestas de los ministerios e instancias gubernamentales correspondientes. En la reunión de Belgrado, la coalición de organizaciones de la sociedad civil responsables de observar a la Presidencia serbia, encabezada por el Comité de Helsinki para los Derechos Humanos en Serbia, presentó sus observaciones por escrito, con lo que concluyó la segunda etapa del proceso.
El Ministerio de Asuntos Exteriores serbio utilizó el mismo criterio que Suiza para definir los ámbitos en los que se haría la autoevaluación: debían ser temas sobre los que la OSCE hubiera publicado informes en los cinco últimos años. El Ministerio seleccionó la igualdad de género, las elecciones, la libertad de reunión y la situación de los romaníes. La coalición de organizaciones de la sociedad civil añadió tres temas suplementarios que consideró importantes: la libertad de expresión, la situación de las minorías nacionales y la protección de los defensores de los derechos humanos.
Las evaluaciones y las recomendaciones dirigidas al gobierno serbio, contenidas en el informe de 131 páginas presentado por las organizaciones de la sociedad civil, son numerosas y detalladas. Cabe citar algunas: enmiendas a la ley electoral para que los miembros de minorías étnicas puedan representar sus intereses y, en general, una política global de integración de las minorías; una ley sobre libertad de reunión (Serbia no tiene ninguna en la actualidad); nuevas medidas de inclusión social de los romaníes, tomando como modelo el mecanismo efectivo de la mediación sanitaria; unos medios informativos liberados de las presiones ejercidas sobre los propietarios de los medios, los editores y los periodistas; y un entorno en el que los defensores de los derechos humanos puedan actuar sin temor a sufrir represalias.
La coalición de organizaciones de la sociedad civil también formula comentarios acerca del propio proceso de autoevaluación: recomienda que los temas no se limiten solamente a aquellos tratados en los informes de la OSCE, puesto que puede haber otros más urgentes. También sugiere que la respuesta de las organizaciones de la sociedad civil ya se formule al comienzo de la Presidencia, a fin de aprovechar el año que dura el mandato para aplicar las recomendaciones y empezar a supervisarlas. Se espera que se reciban respuestas de los ministerios públicos correspondientes.
Más información:
Documentos finales de la Conferencia Paralela de la OSCE 2015 dedicada a la sociedad civil, incluida la respuesta de la Coalición de organizaciones de la sociedad civil para la observación de la Presidencia serbia de la OSCE: www.helsinki.org.rs/hrights_t12.html
Más información acerca de la Plataforma de Solidaridad Cívica en: www.civicsolidarity.org
Panel de Personas Eminentes sobre la seguridad europea como proyecto común
Reestreno de la seguridad europea
Fue en el Consejo Ministerial de Basilea, en diciembre de 2014, cuando el entonces Presidente en Ejercicio y Ministro de Asuntos Exteriores suizo, Didier Burkhalter, en nombre de la Troika de la OSCE, estableció el Panel de Personas Eminentes sobre la seguridad europea como proyecto común. Un año más tarde, el informe final de las deliberaciones del grupo de estadistas y expertos veteranos procedentes de toda la región de la OSCE, titulado “Retorno a la diplomacia”, suscitó un gran interés en el Consejo Ministerial de Belgrado, cuyo anfitrión fue la Presidencia serbia. El informe, presentado el primer día de la reunión, se sometió a debate en el almuerzo ministerial tradicional y fue objeto de un acto especial paralelo y de una conferencia de prensa. El Embajador Wolfgang Ischinger, que presidia el panel, resumió así los principales resultados del informe:
“Cada miembro del panel convino en que la situación presente es, a día de hoy, el reto más grave y peligroso para la seguridad europea que hemos visto en los 25 últimos años, desde la desintegración de la Unión Soviética. Nuestra primera recomendación a corto plazo es que procuremos mitigar el peligro de la situación tal y como se presenta. Estamos convencidos de que es urgente que todas las partes interesadas concierten medidas para evitar malentendidos, interpretaciones erróneas o un empeoramiento accidental. En este sentido, un aspecto concreto es que hay que actualizar el Documento de Viena [el principal documento de la OSCE que enuncia medidas para el fortalecimiento de la confianza y la seguridad].
En segundo lugar, hemos constatado en nuestros debates que el discurso adoptado por la parte occidental es tan diametralmente opuesto al de Rusia que ambos, por sí solos, agravan aún más la situación y hacen que el acercamiento y el fomento de la confianza se conviertan en un reto aún más difícil. Por eso nuestro informe expone, de manera tan pormenorizada, tres discursos distintos.
En tercer lugar, toda iniciativa fundamental para reformular las necesidades europeas en materia de seguridad debe basarse en nuevos progresos en las negociaciones de Minsk para solucionar la crisis en Ucrania y en su entorno. Nuestro informe hace hincapié en lo importante que es esto, e incluso sugerimos que, según vayamos avanzando, se amplíe el denominado formato de Normandía (que reúne a Rusia, Ucrania, Francia y Alemania) para que incluya, por ejemplo, a los Estados Unidos y al Reino Unido.
Por último, y en la dimensión estratégica más general, proponemos que se inicie un proceso diplomático sólido y a largo plazo que haga que las partes reanuden las negociaciones. Tenemos que encontrar la manera de volver a dialogar; es preciso que pongamos en marcha un mecanismo diplomático basado en los principios de Helsinki, no con la intención de modificar o suavizar o debilitar el proceso de Helsinki, sino con la de reforzar y volver a afianzar esos principios. Para terminar sugiero que, si se pone en marcha un proceso diplomático de ese tipo, que confío en que comience el año próximo con la Presidencia alemana de la OSCE, nos agradaría que se enfocara como un proceso a largo plazo, cuya finalidad, en última instancia, sería una reunión en la cumbre. Si deseamos que esa cumbre tenga éxito y contribuya a reforzar la seguridad europea, habrá que prepararla con sumo cuidado, mediante consultas bilaterales en pequeños grupos y debates confidenciales. Es mejor sentarse juntos alrededor de una mesa y elaborar soluciones diplomáticas basadas en el proceso de Helsinki que combatir en Donbass. Por eso espero que nuestro informe haga que las cosas cambien. Confío en que sea útil a medida que la OSCE, y las partes interesadas, siguen avanzando”.
Más información:
Retorno a la diplomacia: Informe final y recomendaciones del Panel de Personas Eminentes sobre la seguridad europea como proyecto común: www.osce.org/networks/205846
Lecciones aprendidas por la OSCE en sus actividades en Ucrania: Informe provisional y recomendaciones del Panel de Personas Eminentes sobre la seguridad europea como proyecto común: www.osce.org/networks/164561
Reactivación de la seguridad basada en la cooperación en Europa mediante la contribución de la Red de Grupos de Reflexión e Instituciones Académicas de la OSCE al Panel de Personas Eminentes 2015: www.osce.org/networks/188176
“Nuevo planteamiento de la OSCE y la seguridad en Europa”, por Fred Tanner, en Security Community, Issue 1, 2015: www.osce.org/magazine
Para obtener más información, consulte: www.osce.org/networks/pep
Construyendo una Comunidad
Tu Opinión
Agradecemos tus comentarios sobre asuntos de seguridad. Los comentarios seleccionados serán publicados. Envía tu opinión a: [email protected].
Aportaciones
Agradecemos aportaciones sobre aspectos político-militares, económicos y medioambientales o de seguridad humana. Los textos recibidos pueden ser editados. Contacte con [email protected]