La industria electrónica planta cara al trabajo forzoso
Por Rob Lederer
La Coalición Ciudadana de la Industria Electrónica es una asociación sin ánimo de lucro de más de 110 empresas líderes del sector de la electrónica que se dedica a mejorar los aspectos sociales, medioambientales y éticos de la cadena mundial de suministro del sector electrónico.
En 2004, ocho compañías electrónicas pioneras se juntaron para proteger mejor los derechos y el bienestar de los trabajadores y las comunidades afectadas por la cadena de suministro del sector electrónico. Con ese fin, fundaron la Coalición Ciudadana de la Industria Electrónica (EICC). A día de hoy, la EICC engloba a más de 110 empresas, cuyos ingresos combinados anuales sobrepasan los 4,75 billones de dólares, a millones de trabajadores y a millares de proveedores repartidos por más de 120 países: una industria con una presencia muy considerable.
Erradicar las condiciones que favorecen el trabajo forzoso ha sido una de las grandes prioridades de la EICC desde su fundación. La posición sobre el trabajo forzoso que defiende la sociedad civil y la de las empresas que integran la EICC apenas se diferencian. Ambas partes coinciden en que la explotación de la mano de obra por medio de la fuerza, el fraude, la servidumbre por deudas, o cualquier otra forma de coerción, es una afrenta a los derechos humanos y no hay ninguna compañía que desee tener algo así en su cadena de suministro.
Los miembros de la EICC se han comprometido y rinden cuentas en función de un código de conducta común, que prohíbe explícitamente la mano de obra forzosa o proveniente de la trata. Las compañías de la EICC ratificaron en 2014 una versión actualizada de dicho código, que ahora prohíbe la retención de pasaportes o de cualquier otro documento de identidad importante, así como las restricciones abusivas de la libertad de circulación de los trabajadores. También exige que se les entregue un contrato de trabajo por escrito, en su idioma materno, antes de que estos abandonen sus países de origen.
Al darse cuenta de que el pago de comisiones por contratación se estaba convirtiendo en una cuestión cada vez más problemática que, además, aumentaba el riesgo de que se crearan situaciones de trabajo forzoso y de servidumbre por deudas, los miembros de la EICC aprobaron, por abrumadora mayoría, unos cambios adicionales en ese código de conducta en una votación especial y extraordinaria que concluyó en marzo de 2015. Esos cambios adicionales, por los que se prohibía el pago de comisiones por contratación por parte de los trabajadores, entraron en vigor el 1 de enero de 2016.
La EICC ha ido evolucionando hasta convertirse en un marco integral de herramientas y programas relativos a las prácticas laborales responsables. Entre ellos, cabe destacar la orientación previa a la salida de los trabajadores en el país de origen, la capacitación y certificación de agentes de colocación y un programa de auditoría específico destinado a la detección del trabajo forzoso en los lugares de trabajo. Todo ello complementa el Proceso de Auditoría Validado (VAP), que es uno de los programas más valiosos que la EICC ofrece a sus miembros. Un cuestionario de autoevaluación ayuda a las empresas a detectar cualquier riesgo de trabajo forzoso en las fábricas y entre los agentes de colocación, y un mecanismo de presentación de quejas por parte de los trabajadores les asiste durante los procesos de contratación y empleo. Si se detecta alguna situación relacionada con el trabajo forzoso, la EICC colabora con sus miembros a fin de aplicar planes de actuación rectificativos.
Asociaciones
Dado que muchos de los factores que pueden conducir al trabajo forzoso están presentes en todo el tejido industrial, la EICC ha ido creando asociaciones a fin de ampliar el ámbito de aplicación de sus herramientas a otros sectores que también se enfrentan con esos retos. En el Foro Multisectorial de la EICC sobre Lucha contra el Trabajo Forzoso en las Cadenas de Suministro Mundiales, celebrado en Malasia la pasada primavera, representantes del mundo de la construcción, la agricultura, la confección, la venta al por menor y del sector servicios estudiaron el modo de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, especialmente de los trabajadores migrantes extranjeros. En un futuro próximo, la EICC planea lanzar la Iniciativa en favor de un Suministro de Mano de Obra Responsable, con la que ayudará a las empresas, tanto del sector de la industria de la electrónica como de fuera de este, a sacar provecho de las herramientas y programas de la EICC a fin de luchar contra el trabajo forzoso en sus cadenas de suministro.
Colaboración constante
Erradicar el trabajo forzoso de la cadena de suministro mundial es un reto complejo que requiere una colaboración constante entre empresas, gobiernos, organizaciones no gubernamentales y otros interesados. La EICC y sus miembros seguirán buscando tendencias y mejores prácticas en ese ámbito, y concienciando acerca de su aplicación ; actuarán como coordinadores de los diversos grupos que se enfrentan a retos parecidos; y ofrecerán soluciones basadas en normas reconocidas a nivel internacional, colaborando con los gobiernos, la sociedad civil y otros interesados con el objetivo de cambiar esta situación. Juntos podremos lograr una repercusión mayor y más positiva de lo que ninguna otra empresa u organización podría conseguir en solitario.
Rob Lederer es el Director Ejecutivo de la Coalición Ciudadana de la Industria Electrónica
Más información:
Visite la página web de la Coalición Ciudadana de la Industria Electrónica: www.eiccoalition.org
Consulte el Código de Conducta de la EICC:
www.eiccoalition.org/standards/code-of-conduct
Construyendo una Comunidad
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