Permitamos que la democracia surta efecto
Cuando las calles de Seúl se llenaron de manifestantes que protestaban a principios del año durante la denominada revolución de las velas, usted era el responsable, como alcalde, de la seguridad y la protección. ¿Cómo cumplió ese cometido?
El desfile de las velas fue un gran éxito de la ciudadanía que ejerció ese derecho democrático. Como alcalde de Seúl, mi papel consistió en hacer que las reuniones y las protestas se desarrollaran sin incidentes, y en velar por la seguridad de las personas, con ayuda de varios miles de funcionarios del gobierno metropolitano de Seúl, que impidieron que los ciudadanos entraran en lugares que podían resultar peligrosos. Además, ayudaron a ampliar el horario de funcionamiento de los servicios públicos de transporte y, algo muy importante, a que la gente tuviera acceso a lavabos públicos móviles.
¿Qué papel le parece que pueden desempeñar los ciudadanos en el gobierno de la ciudad?
La esencia de la democracia consiste en otorgar soberanía a la población, aceptando su voluntad e intenciones. Muchos políticos electos rehúsan escuchar la opinión de la gente una vez que han sido elegidos. Ese es el motivo de que veamos hoy día tanta rabia y decepción contra los políticos, y probablemente sea la razón por la que la gente salió a la calle para conseguir la impugnación de la Presidenta Park Guen-Hye. Antes de ser alcalde, durante mucho tiempo trabajé como militante. Siempre me interesó escuchar y representar la voz y la opinión de las personas, y convertirlo en un proceso sistemático. Siempre he insistido en que el gobierno se base en la colaboración, es decir, que abra todo el proceso a la población. Aunque lleve mucho tiempo escuchar su opinión, participar en debates e intercambios, tomar una decisión y, por último, ejecutar esa decisión, el hecho de abrir ese proceso a la población define a un gobierno democrático.
¿Cuál es su política en pro del desarrollo económico de Seúl?
Corea ha alcanzado un altísimo nivel de crecimiento económico en los últimos años, que se debe, en gran parte, a los grandes conglomerados o “chaebols”. Gracias a ellos, nos hemos convertido en una sociedad industrializada avanzada. Pero ahora vemos cómo crece la desigualdad económica y una pérdida del impulso económico. De modo que tenemos que estimular las fuerzas creativas y el poder de innovación de la gente, y permitirle que ponga en marcha sus propias empresas emergentes, y que esas empresas nuevas prosperen. En la actualidad, los chaebols controlan y ejercen un monopolio de los recursos, y eso hace que se pierdan oportunidades para seguir creciendo. Para promover no solamente el crecimiento económico, sino el bienestar de la ciudadanía, necesitamos un cambio del paradigma, desde la economía basada en los chaebol hacia una economía orientada a las PYME y las empresas emergentes. Ya hay un consenso de nuestra sociedad en ese sentido, y el gobierno metropolitano de Seúl lo ha adoptado como su filosofía de base. Procuramos trasladar esto a una política, y confío en que el gobierno entrante coreano también concentre sus esfuerzos en el tránsito hacia esta nueva orientación política.
¿Cuál es la situación en cuanto a sostenibilidad medioambiental a largo plazo?
En la época en la que había un índice elevado de crecimiento económico, se insistía en la eficiencia, y nuestra sociedad se centraba mucho en la infraestructura y los equipos materiales. Pero hoy, especialmente desde que presté juramento como alcalde de Seúl, la filosofía ha cambiado por completo. Ahora, el enfoque se centra en las personas, en los programas informáticos, la innovación y la gobernanza basada en la colaboración. Trabajamos para que Seúl se convierta en una ciudad ecológica. Para citar un ejemplo, hemos puesto en práctica un proyecto parecido al proyecto denominado “Highline” (parque elevado), de la ciudad de Nueva York, un parque peatonal que está transformando una ciudad centrada en los automóviles en una metrópolis centrada en las personas. Mi idea fundamental para este proyecto es convertir el centro de la ciudad para que no esté centrada en los automóviles, sino que fomente el transporte público y favorezca a los ciclistas y los peatones. Habrá cambios inmensos en la ciudad de Seúl; será totalmente distinta a la urbe que era en el pasado.
¿Puede compartir Seúl su receta del éxito con otras ciudades?
En contraste con las ciudades europeas, que se han desarrollado muy despacio a lo largo de muchos siglos, en Corea hemos conseguido la industrialización y la democratización en apenas medio siglo, muy deprisa. Así que muchas ciudades de países en desarrollo han tomado Seúl como modelo; quieren tomar nuestras experiencias y políticas como valores de referencia. De hecho, hay más de 30 ciudades en todo el mundo que desean importar y utilizar como referencia nuestras políticas. Cooperamos con la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico en Bangkok, y hemos establecido una plataforma urbana para los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, a través de la cual compartimos nuestras políticas y nuestras experiencias avanzadas en materia de crecimiento y transformación. Muchas ciudades están muy interesadas en participar en esta plataforma.
Construyendo una Comunidad
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